SAN CARLOS.- (Mario San Martín Aliaga) Emocionante y masivo fue el ultimo adiós que la comunidad tributó al sancarlino Fernando Duran Rodríguez.
Repleto estaba el local de calle Matta donde funciona la parroquia, tras el terremoto de febrero. Todas sus aposentadurías repletas y una gran cantidad personas de pie, siguieron el oficio religioso y escucharon emocionados los homenajes y las palabras de reconocimiento.
En la ocasión hablaron, Pedro Méndez, quienes lo despidió como amigo; Néstor Fuentes que lo hizo a nombre de sus compañeros de curso; César Fuentes por la sociedad protectora de estudiantes; Carlos Díaz por la hermandad de la Rosa; Endina Ortega por el grupo teatral Don Quijote; Roxana Fritz por el Instituto Valle Central; Ricardo Rodríguez, por el grupo teatral Boretza; Gladys López, por el Hogar estudiantil Baena, Fernando Mena, en represtación del liceo politécnico y, finalmente a nombre de la familia, Claudia Crisóstomo Muñoz y José Durán Rodríguez.
Las múltiples facetas de Fernando Duran permitieron que desde el mundo estudiantil, del teatro, del deporte se hicieran recuerdos de sus actividades y de su personalidad.
Su hermano José fue el último en intervenir y emocionado pidió para el poeta, actor, para el artista, un aplauso que los asistentes tributaron de pié.
Precedido por los sacerdotes y el diácono, el féretro salió del recinto religioso para recorrer por última vez aquellos lugares que marcaron la vida de Fernando Duran. Escoltado por carabineros el cortejo recorrió la plaza, su imprenta Colombia de calle Matta, la casa de sus padres en calle Riquelme y pasó lentamente frente a la laguna Quirel. De ahí el cortejo enfiló a Concepción. A las 15 horas se dio cumplimiento a su voluntad. Alrededor de las 17,30 horas recibieron el ánfora de cobre, su esposa Judith, su hijo Juan José y Claudia.El sábado de manera íntima la familia terminará de cumplir los deseos de Fernando Durán, esparciendo sus cenizas en Cuadrapangue, Laguna Quirel y la Ribera de Ñuble.