Bancario sancarlino se acoge a retiro en medio del afecto de sus pares

Luego de 43 años de trabajo en BancoEstado, se retira a su merecido descanso el conocido funcionario sancarlino Sergio Aqueveque Aranguiz.

Comenzó un 1 de agosto de 1972 su trabajo, cuando recién había salido de la Escuela Consolidada de Experimentación. Como tantos otros jóvenes de la época, postuló a los distintos puestos de trabajo que por entonces se ofrecían a las generaciones de alumnos que egresaban de los distintos establecimientos educacionales.
Sergio Aqueveque pertenece a ese grupo selecto de sancarlinos reconocidos como gente amable, cordial siempre dispuesta y fue así como se fue ganando el cariño y el afecto de todos cuantos reconocen su labor.
"Luego de trabajar un corto tiempo en la Feria de Animales de San Carlos, que se ubicaba al otro lado de la estación de ferrocarriles, tuve la posibilidad de postular a un trabajo en Banco del Estado, agradezco siempre la gestión realizada por don Pedro Muñoz Reyes, quien me invitó a postular... desde entonces estoy trabajando acá, viniendo cada mañana... lo mío siempre fue querer ser asistente social, en gran medida he podido cumplir mi anhelo por medio de este trabajo" nos dice.
"Acá he conocido gente maravillosa y que aún mantengo en mi memoria, jefes y colegas con los que aprendí y compartí cuestiones fundamentales en mi vida... los tiempos han cambiado en estos 43 años de trabajo, tuvimos que adaptarnos a la nueva tecnología, algunos de mis colegas no pudieron hacerlo y tuvieron que irse, pero yo si lo logré... pero no solo ha cambiado la tecnología, también ha cambiado la gente, las costumbres, la cercanía que teníamos por entonces, en donde privilegiábamos el afecto y la amistad... esos recuerdos son parte de mi vida" nos dice con un dejo de añoranza y algo de emoción en el recuerdo"
"Dentro de los recuerdos más gratos está el afecto y la amistad de tantos con los que compartí todo este tiempo... dentro los recuerdos amargos está la pérdida de las cuentas corrientes de la municipalidad de San Carlos, cuando habíamos llegado a un acuerdo en la licitación, no se reconoció la palabra comprometida... eso no lo puedo entender, eso me sigue como un recuerdo amargo... antes la palabra comprometida tenía un valor, hoy todo es relativo" nos dice Aqueveque.
Después de 43 años los recuerdos, los afectos, los espacios y la rutina pasan a ser parte de la vida diaria, ahora este sancarlino tendrá que aprender a vivir sin levantarse para ir cada dia a su Banco Estado, ahora habrá tiempo para nuevos espacios, nuevos proyectos, dentro de los cuales con seguridad va a estar presente el deporte y el amor por su club de toda la vida "Ricardo Méndez"
Dejamos a Sergio Aqueveque en su lugar de trabajo, rodeado del afecto y el reconocimientos de sus jóvenes colegas.
Por la tarde a la hora de salida otra sorpresa le espera, un grupo numeroso de amigos y familiares a las puertas del Banco le recibieron para darle la bienvenida a su nueva condición...

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