Gonzalo Fernández es un emprendedor que hizo de la comercialización de esta
hortaliza rica en hierro y calcio en una marca que trata de promover una vida saludable en las personas.
Cuando Gonzalo Fernández comenta que el
kale -un vegetal de hojas de color verde intenso y perteneciente a la
familia del brócoli, la coliflor y las coles de Bruselas- tiene más
hierro que la carne y más calcio de que la leche de vaca, nadie le cree.
Entonces, para que los chilenos se
convenzan de los múltiples beneficios que tiene para la salud, decidió
importar las semillas de esta verdura desde Estados Unidos y crear un
emprendimiento que se basa en su producción y comercialización.
Así nació "El Ermitaño", una marca cuyo
campo ubicado en el Valle de Leyda, a 25 kilómetros del puerto de San
Antonio en la V Región, se convirtió en pionera en la venta de kale
orgánico y sin químicos en Chile, principalmente por la calidad del
suelo de su predio.
"Aún no le he aplicado nutrientes ni
fertilizantes porque la plantación se ubica en un terreno en el que hace
40 años no se cultivaba, está totalmente virgen. Además, como se
encuentra en pendiente me ayuda a optimizar el riego", explicó en
diciembre pasado al portal de Fedefruta.
"Me di cuenta que en Chile la calidad de
la alimentación es muy mala, entonces hoy día el consumo de todo lo que
es la comida chatarra como se le denomina, todo lo que son las
fritangas y las masas, han prosperado bastante y no contribuyen en lo
absoluto al bienestar y a la salud", comenta a Emol.
"La obesidad en Chile ha aumentado
entonces hay que preocuparse y bueno, me dije por qué yo no preocuparme
de ese tema introduciendo esta hortaliza saludable", señala.
Y añade: "El recibimiento de los
chilenos ha sido bueno, ha sido positivo, el problema que ha existido es
el desconocimiento, la gente no conoce esta verdura, también a la gente
le descoloca cuando yo le digo que tiene más calcio que la leche y más
hierro que la carne".
Su distribución es principalmente hacia
restaurantes, y empresas que hacen jugos y productos orgánicos en
Santiago. Aún no entra en supermercados, pero dice que está dentro de
sus planes "porque no todas las cadenas lo tienen".
El formato de comercialización es un mix
de las cuatro variedades del kale (blue corse, lacinato, red russian y
siberian), en una bolsa perforada para que respire, no se empañe y se
conserve mejor, más un recetario para cada semana "para enseñar a la
gente a consumirlo". En otras ocasiones, Gonzalo cambia el recetario por
un informativo de sus propiedades: "la idea siempre es que la gente lo
conozca y lo integre a su alimentación", dice.
En un principio contó con la ayuda de
Corfo, Sercotec y Fedefruta, organismos con los que está vinculado, en
imagen corporativa, comercialización y difusión y a hacer más eficiente
mi producción en términos de riego.
"Soy de los primeros (en traer el kale a
Chile). Hay más productores, pero en el fondo tienen de forma más
casera por decirlo así", subraya.
Aprovechar el suelo
Gonzalo Fernández ha trabajado toda su vida en el ámbito de la agricultura. Desde 2010 que se dedica a elaborar un vino orgánico pinot noir "aprovechando la explosión vitícola que tenía el valle y armé una viña que tiene una hectárea en alta densidad con 8.300 plantas", dice.
Gonzalo Fernández ha trabajado toda su vida en el ámbito de la agricultura. Desde 2010 que se dedica a elaborar un vino orgánico pinot noir "aprovechando la explosión vitícola que tenía el valle y armé una viña que tiene una hectárea en alta densidad con 8.300 plantas", dice.
Además, trabaja solo porque son
proyectos mínimos: "Cuando requiero gente adicional, pido a algún
contratista que me haga un trabajo puntual, pero tengo toda la
infraestructura para hacerlo, como tractores y máquinas para hacerlo yo
mismo, no requiero tener gente siempre", asegura.
Haciendo un repaso de su vida como
emprendedor hace una crítica de por qué los chilenos no se atreven a
emprender: "Yo soy una persona extremadamente innovadora y siempre estoy
buscando cosas nuevas, no me quedo tranquilo con solo producir kale,
sino que estoy buscando qué otra cosa producir y probablemente cuando
encuentre la otra voy a empezar a pensarlo otra vez. Así es mi
mentalidad y lamentablemente esa mentalidad en los chilenos no está".
Fuente: EMOL