Los primeros días de septiembre, Chile sufrió una ola de heladas que afectaron principalmente la Sexta y Séptima Región.
Si bien estas heladas estaban previstas, su magnitud sorprendió a los productores de cerezas de estas regiones. "Desde Curicó hasta la costa ha sido la región más afectada, y si bien aún es muy incierto en qué grado serán los daños para la cosecha venidera, calculamos que un 30% de las flores de cerezas han sido dañadas en esta región", comentan productores de la zona.
En el caso de la Sexta Región, se prevé que solo un 15% de los cultivos se verán afectados; esta zona sufrió menos heladas, por lo que el daño sería moderado. Aunque, en términos generales, los productores tomaron las medidas preventivas adecuadas y requeridas, muchos productores no tienen control de heladas, lo que genera un problema un poco más profundo.
La perspectiva para las semanas siguientes es que estas heladas no se deberían repetir, pero los productores tomarán todo el mes de setiembre como un mes de alerta. Asimismo, si tomamos en cuenta que hasta el momento las condiciones meteorológicas han sido ideales para tener una cosecha extremadamente grande, estos porcentajes y cálculos no son un indicativo del resultado que la campaña 2017 de cerezas chilenas podría tener.
Tomando en cuenta lo anterior, en estos momentos hablar de un porcentaje de pérdidas es difícil. "Es posible que un productor que tiene un 30% de daño en las flores no se vea necesariamente afectado en los volúmenes que pensaba cosechar. A esto se suma que la mayoría de productores de cerezas tienen sus tierras en diferentes zonas, lo que mengua el espectro de estos cambios meteorológicos", confirmaron los agricultores.