En el Monumental vivió un infierno.- El seleccionado chileno fue uno de los puntos más bajos en
la derrota de la U ante Colo Colo. "Bose" no ganó nunca línea de fondo y lo llenaron de insultos.
"Yo en Colo Colo fui muy feliz, me trataron de maravilla, pero acá no tiene que ver con un sentimentalismo. No le echo la culpa a nadie. Yo vine porque quise. Soy feliz con la decisión que tomo".
Con esas palabras Jean Beausejour se presentó oficialmente como nuevo jugador de Universidad de Chile, el pasado 25 de julio, dejando atrás su vida en el Estadio Monumental, equipo con el que consiguió un título.
Pero no solo el Apertura 2015 recuerdan los albos del paso de "Bose" por Macul. El ex-Wigan y América, entre otros, anotó en dos triunfos consecutivos del "Cacique" sobre la U en la cancha de David Arellano. Imágenes que pasaron al olvido para el pueblo colocolino tras cruzar la vereda por US$ 2,5 millones.
Este domingo Beausejour volvió al Monumental y vivió un infierno. Fue el blanco preferido de los hinchas albos. Ya no hubo aplausos, cánticos ni fotografías. Solo pifias, insultos y uno que otro proyectil. Del amor se pasó al odio rápidamente y el puntero lo sintió desde que el bus de los azules llegó al recinto colocolino.
Ya en la cancha, el seleccionado chileno fue un fantasma. Uno de los puntos más bajos, si no el más bajo, del equipo azul. No ganó nunca línea de fondo, nunca pudo sacar un centro (de hecho tres veces se le perdió el balón en la última línea) y Matías Zaldivia se transformó en una de las figuras tras ganarle todos los mano a mano que disputaron.
Tras el partido, "Bose" se fue en silencio como casi todos sus compañeros (solo habló Nicolás Maturana). Su rostro lo decía todo: solo quería irse rápido de su antigua casa. Lo pasó pésimo y por ahora solo quiere olvidar este día. Carlos Heller, en tanto, sigue esperando que los US$ 2,5 millones que invirtió comiencen a dar frutos.