A toda máquina trabajan los pequeños agricultores frutilleros de Chanco y Pelluhue, para llevar del huerto al consumidor
uno de los frutos más apetecidos por su aroma y sabor como son las frutillas.
Este fruto rojo y carnoso, es un sello de identidad de la provincia, al cual se abocan numerosos pequeños agricultores apoyados por INDAP.
José Vásquez, de la comuna de Chanco, es uno de ellos, con más de 12 años trabajando en este rubro, siendo su principal fuente de ingresos. Posee 2 hectáreas de frutillas una de un año y la otra de 2 años. "Las frutillas son un rubro muy bonito, la tierra se empieza a trabajar en abril. La cosecha comienza en el mes de septiembre y tenemos más o menos hasta mayo, o sea estamos todo el año. A través de las frutillas he logrado tener harto trabajo y le he dado trabajo a otras personas también, porque antes lo que aquí había era solo cultivos tradicionales y los costos son más altos", explica José.
Este pequeño productor es usuario de INDAP y ha podido optar a mejoramientos para su unidad productiva como micro túneles, una cuatri moto que utiliza para el transporte de un carro de arrastre para las frutillas, un acumulador de agua y un sistema de riego tecnificado que incluye paneles fotovoltaicos.
José da trabajo a otras 3 personas. El 40% de su fruta la vende a una empresa de Linares, otras van en fresco en cajones y el resto la ofrece por pocillos en la carretera, donde obtiene un mejor precio.
Si bien pronostica una buena temporada para su fruta, las lluvias de los últimos días le han jugado una mala pasada. "Cuando llueve hay que esperar una semana para volver a cosechar y baja el rendimiento, ese es un grave problema para las frutillas".