La muerte de las plantas, provoca que gran parte de las abejas no puedan conseguir el polen que las mantiene vivas.
Diversas son las consecuencias de los incendios forestales que afectan la zona centro sur del país. Poblaciones humanas arrasadas, miles de hectáreas consumidas y también, centenares de animales muertos o heridos. Dentro de ese grupo, y de una manera silenciosa se encuentran las abejas. No solo por las miles que han muerto producto de las llamas o el humo. También, porque los incendios están matando su alimento, lo que hace su catástrofe más duradera y compleja de resolver. Las flores en los sectores afectados también desaparecen, junto a los bosques, y con ello el alimento de las abejas.
En ese contexto, este mensaje, difundido a través de las redes sociales:
¿Servirá de algo? Fuimos a preguntar.
Patricia Estay, Entomóloga del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA, aclara que esta medida podría ser útil para sectores agrícolas o cercanos al campo, pero no en la ciudad. "Su aporte en ciudades como Santiago sería muy bajo y hasta peligroso. "Las abejas, producto del alto estrés que están viviendo en busca de comida, podría tener comportamientos erráticos o resultar hasta agresivas, especialmente para los niños", aclara la experta. Distinto es el caso de sectores más rurales, donde una solución de agua y azúcar sí podría ayudar. Los apicultores lo saben, y "esta podría ser una salida de emergencia", enfatiza la experta.
La propuesta consiste en dejar fuentes con un 50% de agua y otro 50% de azúcar.
Entonces, ¿Tenemos cómo contribuir? Sí. Si se está cercano a sectores agrícolas, se puede hacer directamente esta solución de agua y azúcar y si se está en la ciudad, se puede contribuir a las decenas de campañas que se han propuesto para salvarlas, principalmente reuniendo agua. Soledad Jara Pizarro, líder de una de estas iniciativas comenta: " Yo me di cuenta de este problema cuando fui a la localidad de La Aguada, donde la gente tiene cajones de abejas y las estaban alimentando con agua y azúcar".
Abejas: Un difícil contexto
El aumento de las temperaturas y la existencia de enfermedades ha provocado la muerte de miles de ejemplares de abejas. Pero "lo más peligroso es que están desapareciendo especies autóctonas de las que nadie se ocupa", comenta la investigadora del INIA, Patricia Estay.
Se han detectado cuatro virus presentes en las abejas, deformación de alas, otros que afectan a las reinas y los ácaros. Estay agrega que "ha habido una sobreexplotación agrícola de estos insectos y ese es uno de los principales problemas".
En total, en Chile hay más de 300 especies, algunas de ellas nativas que son afectadas. Las Melíferas (productoras de miel), se pueden reproducir, pero hay otras que no se recuperan más, y eso, para la investigadora, es "muchísimo más grave".
Los incendios
Las ausencia de plantas tras los incendios forestales se prolongará hasta la primavera de este año, donde florecerán algunas flores, mientras tanto comenta Soledad Jara, criadora de abejas comenta: " Haremos cilindros de avena y miel para los árboles, cosa que se puedan alimentar las abejas silvestres, y donaremos azúcar para las que viven en cajones".
Además, comenta que para alimentar a un cajón de abejas por apenas dos semanas se pueden llegar a utilizar cientos de kilos de azúcar.
A todo se suman las recomendaciones del Servicio agrícola y Ganadero - SAG-, quienes entregan recomendaciones para salvaguardar la población de abejas: Buscar otras áreas con vegetación melífera, instalar bebederos de agua para las abejas, efectuar los controles sanitarios para varroasis, reforzar con alimentación de mantención, fusionar las colmenas, ajustar la carga apícola de los apiarios y evitar pillaje.