Cómo era el campamento donde los jóvenes scout se contagiaron con hanta

Publicado: Sábado, 11 Febrero 2017 07:03 Escrito por Por Patricio Pino M. y Diego Pizarro L.
En total seis grupos scout provenientes de Santiago pasaron por Santa Emilia durante el mes de enero. Son 200 hectáreas atravesadas por esteros.

Quinto piso de la Clínica Alemana. Más de 30 personas entre familiares, compañeros y amigos repletan la sala, en espera de noticias sobre los dos estudiantes de primero medio del Colegio Institución Teresiana e integrantes del Grupo Scout Paicaví, que están a punto de cumplir una semana internados en la UTI. Llegaron entre el viernes y el sábado pasados a causa de sendos cuadros febriles que, como se demostró después, eran síntomas clásicos del virus hanta.

En redes sociales funcionan cadenas de oración y campañas de donadores de plaquetas. Los jóvenes están conectados a una máquina Extra Corporeal Membrane Oxygenation, (ECMO).

El mismo fin de semana en que ambos fueron internados en la UTI, aparecieron dos comunicados en el sitio web del colegio. El primero era de la dirección del establecimiento y decía que los adolescentes se contagiaron "en el sur de nuestro país, mientras realizaban su campamento scout". El segundo, «Carta de la Comunidad Paicaví a los padres», era de Carlos Zamora, el presidente de Corporación Paicaví, base de los scouts.

Hace dos años, sin embargo, el colegio y el grupo socut estuvieron distanciados cuando la directora, Eliana Corbett, lo sacó del establecimiento. Fue en marzo de 2016, en una entrevista que concedió a alumnos de la Institución Teresiana, y que aparece en su página web, que Corbett explicó las razones: "A los asesores les faltaba formación, no tenían ninguna capacidad de autocrítica para ver dónde fallaban o qué podían mejorar".

Consultado sobre esto, Zamora se excusó diciendo que los padres de los niños enfermos le habían pedido no hacer declaraciones. En el colegio, en tanto, se indicó que no habría ninguna autoridad disponible hasta la última semana de febrero.

El viaje a San Carlos
Paicaví se creó en 1999 y hoy funciona dentro de un colegio técnico industrial ubicado en calle Alonso de Camargo, a pocas cuadras de Institución Teresiana de avenida Isabel la Católica.

El grupo lo forman alrededor de 130 niños y jóvenes entre los 10 y los 18 años, dirigidos por 25 jefes, todos ex alumnos. Se reparten en Manada Antiquina, Compañía Matatea, Tropa Kaiteksima, Ruta Intichinkay y Súper Ruta Pachacuti. En 2015 formaron una corporación y se inscribieron en la Asociación de Guías y Scouts de Chile.

El 4 de enero pasado, el grupo llegó a un predio cerca de Cachapoal, en la comuna de San Carlos. Estuvo allí hasta el 18. En la página de Facebook de la Tropa Kaiteksima el campamento aparece bautizado como «Epidemias». Allí, en fotos, se ven algunos jóvenes disfrazados de Albert Einstein; otros bañándose en un brazo del río Ñuble. Todos ríen.

La Municipalidad de San Carlos nunca ha dado permiso para que el lugar opere como camping. Se conoce como predio Santa Emilia y tiene 200 hectáreas.

Aquí no se han registrado incendios forestales durante este año.

Alcantarillado informal
De acuerdo con la descripción que hicieron los funcionarios de la Seremi de Salud del Biobío quienes llegaron al sitio luego de que se supiera del contagio, Santa Emilia está dividida en tres sectores: Playa Piedra, Entre Ríos y Playa Luna. Es atravesada por seis esteros, originados en el río Ñuble.
Y aunque contaba con baños en los tres sectores —construidos sobre pilotes, con puertas y lejos de la vegetación—, el agua proviene de estanques sin regularización y con un alcantarillado tampoco autorizado. En cuanto al agua para consumo, se obtiene mediante bidones de una fuente de agua potable rural autorizada en el sector de Cachapoal. La basura se confina en lugar desde donde después la recolecta el sistema municipal.

Durante enero —dicen desde la Seremi de Salud de Biobío— seis grupos scout de Santiago estuvieron en el lugar. Tras los casos de hanta, la Seremi de Salud del Biobío abrió un sumario sanitario por "no contar con condiciones mínimas". El dueño dijo que había desratizado, pero al menos cuando fueron los funcionarios no pudo exhibir los comprobantes de esta medida. La vegetación son aromos, álamos, pinos insignes, quila y zarzamoras.

Empezó a desarrollarse en 2004 entre la UDD y la C. Alemana

El suero que baja casi a la mitad la mortalidad
Hasta ahora se ha probado en unas 60 personas, dice el infectólogo de la Clínica Alemana Luis Miguel Noriega. Y si se compara la mortalidad de quienes no lo reciben frente a los que sí, la tasa de mortalidad baja de 32% a 14%. Esa es la eficacia de un suero que desarrollaron en la Clínica Alemana junto con la U. del Desarrollo, en un equipo liderado por el doctor Pablo Vial. Aunque lo califica de experimental, Noriega explica que el dispositivo se prepara a partir de pacientes que enfermaron de hanta y luego sanaron porque crearon anticuerpos. Según dice, se obtiene este plasma y se administra a pacientes infectados que no logran controlar la enfermedad, aunque su éxito está sujeto al grado de precocidad con que se detecta la patología. "Se va haciendo más difícil analizarlo experimentalmente, porque es difícil que un enfermo no quiera que se lo administren", explica.

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