Publicado: Jueves, 30 Marzo 2017 07:00 Escrito por Claudia Torres/Indap
La agricultora Giovana Hevia, del sector Las Rastras en la comuna de San Clemente, supo descifrar hace casi una década
una tendencia que cada vez es más común y creciente entre los consumidores: privilegiar los productos saludables. Por eso, decidió que lo suyo sería la producción de lechugas, rúculas y hierbas medicinales bajo plástico y sin uso de agroquímicos, ya que también es partidaria del cuidado de la tierra que nos alimenta.
Con su esfuerzo y el de su familia, sumado al apoyo del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de INDAP, Giovana logró desarrollar un emprendimiento que hoy la tiene muy contenta y satisfecha por los logros que ha conseguido. "Vi que había una necesidad de producir de manera limpia para entregar a los clientes un buen producto y decidí cultivar de manera orgánica. Trabajo sola, pero mi marido me colabora en sus tiempos libres para armar las platabandas, y mis hijos me ayudan cuando hay que plantar. Lo hacemos todos juntos", comenta.
La agricultora cuenta con seis invernaderos, en cinco de los cuales cultiva lechugas y rúculas que comercializa en los mejores restoranes de Talca y con reconocidos banqueteros. "Tengo entregas programadas en conocidos locales de la zona, como Bora, Casa de Salomón y Casa Alameda, además de algunas gelaterías. También les vendo a chefs como Pablo Russo y Rubén Tapia para eventos especiales. La temporada de verano es la mejor, ya que hay más turismo y más actividad".
La emprendedora también trabaja una línea de hierbas medicinales que ha denominado "Raíz Viva" y que cultiva en un invernadero, también de manera limpia y ecológica. Está orientada a las distintas ferias en que participa. "Todos necesitamos tener alguna hierba en nuestra casa y la gente siempre busca alguna en particular. Las que más piden son la aloe vera, stevia, salvia, mentas de diferente tipo, llantén, éter, paico y bálsamo. Yo trato de tenerlas todas".
Giovana además se ha preocupado de empacar sus plantas en saquitos biodegradables, para que las personas puedan colocarlas directamente en la tierra o bien conservarlas para otros usos.
La agricultora Giovana Hevia, del sector Las Rastras en la comuna de San Clemente, supo descifrar hace casi una década
una tendencia que cada vez es más común y creciente entre los consumidores: privilegiar los productos saludables. Por eso, decidió que lo suyo sería la producción de lechugas, rúculas y hierbas medicinales bajo plástico y sin uso de agroquímicos, ya que también es partidaria del cuidado de la tierra que nos alimenta.
Con su esfuerzo y el de su familia, sumado al apoyo del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de INDAP, Giovana logró desarrollar un emprendimiento que hoy la tiene muy contenta y satisfecha por los logros que ha conseguido. "Vi que había una necesidad de producir de manera limpia para entregar a los clientes un buen producto y decidí cultivar de manera orgánica. Trabajo sola, pero mi marido me colabora en sus tiempos libres para armar las platabandas, y mis hijos me ayudan cuando hay que plantar. Lo hacemos todos juntos", comenta.
La agricultora cuenta con seis invernaderos, en cinco de los cuales cultiva lechugas y rúculas que comercializa en los mejores restoranes de Talca y con reconocidos banqueteros. "Tengo entregas programadas en conocidos locales de la zona, como Bora, Casa de Salomón y Casa Alameda, además de algunas gelaterías. También les vendo a chefs como Pablo Russo y Rubén Tapia para eventos especiales. La temporada de verano es la mejor, ya que hay más turismo y más actividad".
La emprendedora también trabaja una línea de hierbas medicinales que ha denominado "Raíz Viva" y que cultiva en un invernadero, también de manera limpia y ecológica. Está orientada a las distintas ferias en que participa. "Todos necesitamos tener alguna hierba en nuestra casa y la gente siempre busca alguna en particular. Las que más piden son la aloe vera, stevia, salvia, mentas de diferente tipo, llantén, éter, paico y bálsamo. Yo trato de tenerlas todas".
Giovana además se ha preocupado de empacar sus plantas en saquitos biodegradables, para que las personas puedan colocarlas directamente en la tierra o bien conservarlas para otros usos.