Según las cifras de Infor, pasada la contingencia del verano los productores dieron cuenta de un incremento
en sus valores de 2,6%, el cual no se esperaba, ya que previo al siniestro se estimaba que había bastante stock.
Los incendios forestales que se produjeron durante enero y febrero de este año entre las regiones de O'Higgins y el Biobío están comenzando a dar cuenta del efecto del fuego en las cifras de la industria de la madera y sus derivados.
Según el último informe del Instituto Forestal (Infor) correspondiente a los resultados de precios observados entre el 1 y el 20 de marzo, se vio un alza en los precios de madera de pino radiata, justamente atribuido a las llamas. Se percibió así un incremento en los valores de venta de las maderas provenientes de las regiones del Maule y Biobío, las dos zonas forestales más afectadas por los incendios.
En la VII región, por ejemplo, la madera de pino radiata tuvo un alza de 2,6%, en tanto que en plantas de la ambas regiones se registró un avance de 0,6%.
Según detalló el director de Infor, Fernando Rosselot. este aumento no estaba en el radar del sector previo a los incendios, debido a que se pensaba que este año iba a haber mucha madera. Asimismo, dijo que, si bien se esperaban alzas aún mayores por causa del fuego, el dólar incidió en que la subida no fuera más que la registrada.
El dirigente explicó que la madera clave para el sector es la sin mancha, que es la que se exporta y genera las mayores ganancias, y que por causa de los siniestros "hahabido una contracción de esa oferta, porque los esfuerzos de las forestales se han centrado en rescatar la que fue siniestrada. Por eso es que subieron los precios".
Rosselot añadió que hay que tener en cuenta que se quemaron 200 mil hectáreas, la mayoría de las calcinadas correspondientes a bosque maduro, "y eso, para 2017 se va a notar". Enfatizó que en 2020 se podría percibir falta de abastecimiento.
En la misma línea, remarcó que el porcentaje que es posible rescatar de la madera calcinada es inferior al 40%, dependiendo de la velocidad con que actúen las empresas en esa maniobra.
Menor exportación. Una mirada similar esbozó el presidente de Corma, Fernando Raga, quien dijo a PULSO que espera que se produzca un alza mayor en el precio en el mediano plazo, ya que asegura que si bien aún queda algo de stock, éste debiera disminuir en invierno no sólo por la mayor demanda, sino porque la recuperación sería a más largo plazo.
Desde su punto de vista, el escenario más complejo se empezará a vislumbrar antes de lo que cree Rosselot, y que esto se producirá a fines de este año o principios del próximo. "Cuando se acabe el stock, ahí va a venir el problema. Y eso se va a producir, yo calculo, a mediados del próximo año. Ahí probablemente se registre una escasez en el mercado interno y habrá que hacer un ajuste de precios para que los volúmenes que se están enviando al extranjero, se queden una parte de ellos en el país. En ningún caso Chile se va a quedar sin madera, pero se debería exportar menos y parte de ese volumen destinarse al mercado nacional", precisó.
Nadie compra pulpa
Otra preocupación económica para el sector- que de por sí tendrá una baja cantidad de reembolsos, debido a que menos del 3% de la superficie forestal arrasada estaba asegurada-, es la caída de la compra de pulpa de celulosa por parte de las grandes empresas papeleras a las pymes. Según Rosselot, esto se debe a que hay un sobrestock en bodega. Por lo mismo, estos productores tendrán que redestinar esa madera que logren rescatar, a consumo nacional y a un valor más bajo, debido a su menor calidad.