Publicado: Miércoles, 12 Abril 2017 07:00 Escrito por José Luis Montes
Expositores e invitados degustaron platos con avellana europea, hechos por Inacap.
Agricultores de Ñuble miran con interés esta alternativa para la zona
El fruto seco es un complemento de la chocolatería por su buen afiate con el cacao.
Según los ejecutivos de Agrichile, que es la filial local de la transnacional Ferrero, industria de origen italiano que maneja el negocio del avellano europeo en el mundo, la demanda de este fruto seco crece más que la oferta global y Chile posee la ventaja comparativa de ser el país con más perspectivas del Cono Sur -es decir de contraestación- para la producción, por lo que se espera que en breve llegue a ocupar el tercer lugar en el contexto mundial.
Así lo explicaron este lunes en el seminario realizado para alumnos de Inacap Eugenio Ulrici y Camilo Scocco, que expusieron sobre este cultivo que crece en forma exponencial en el país debido a que por sus características se adapta a una pequeña franja de los hemisferios Norte y Sur y requiere de climas como los que exhibe Chile, de Maule al sur.
Un aspecto que los expositores explicaron de entrada es que el avellano europeo no tiene nada que ver con la avellana chilena de esta zona, ya que son especies vegetales completamente diferentes, y según Scocco, es como comparar una manzana con un plátano.
En el Hemisferio Norte el mayor productor es Turquía (64% del total); Italia (13%), Georgia y Afganistán (8%) EE.UU. ((5%) y España (2%). Chile en la actualidad es el principal productor del Hemisferio Sur, con 1,5% de la producción mundial.
Se espera que la superficie a fines de este año alcance las 20 mil hectáreas y al 2027 la meta es llegar a 59 mil, con lo que el país escalaría para ubicarse entre los tres mayores productores del mundo. Para la presente temporada se espera que la producción nacional llegue a las 19 mil toneladas. El año 2016 la cosecha alcanzó 16 mil y el año 2010 solo llegó a 2 mil, lo que permite apreciar la expansión del cultivo en la medida que los nuevos huertos van entrando.
Las variedades más utilizadas en el país son Tonda Gifonni, que predomina y da un fruto redondo y de buen calibre, que es lo que busca el mercado. La variedad Barcelona se ocupa en especial como polinizante. Una de las curiosidades de esta variedad es que florece en pleno invierno y que no ocupa insectos en la polinización, ya que se fecunda a través del viento, por lo que el diseño de plantación es de mucha importancia.
Precios
Aunque no se trató el tema de valores en el seminario, la avellana con cáscara para esta temporada se está pagando a US$3.88 la Giffoni y US$2.97 las otras variedades. Excepcionalmente el año pasado los precios fueron superiores por un problema climático en Turquía, principal productor del mundo.
El seminario, que contempló además una visita a las instalaciones de Agrichile en Ñuble -que tiene un campo productivo y una sala de limpieza y secado en San Gregorio, Ñiquén- se enmarca en un convenio entre Agrichile e Inacap para su área agrícola que dirige Ana Cortez, aunque por tratarse de un producto alimenticio, también contó con una presentación a cargo del coordinador de gastronomía Héctor Araya, que presentó dos platos y un postre basado en la avellana.
Probaron y comentaron los platos favorablemente los dos ejecutivos de Agrichile, el presidente de la Cámara Italiana de Comercio en Chile Oliver Lunghini y el vicerrector de Inacap Chillán Hernán Arancibia. Se trató de una entrada tibia, un plato de ave con crocante de avellana y un postre de helado con chocolate.
El producto se utiliza principalmente en la industria del confite y de la chocolatería y sale del país a través de Agrichile seleccionado, calibrado y descascarado en la planta que construyó la empresa en Camarico, Región del Maule, lo que permite optimizar las exportaciones, ya que un 55% del peso de la avellana corresponde a cáscara, y el producto se utiliza en la industria pelado.