Publicado: Viernes, 07 Abril 2017 07:04 Escrito por Mario San Martin
Luego que el municipio unilateralmente decidiera retener el pago de la última cuota a la empresa que construyó el edificio municipal,
la constructora reclamó esta deuda ante la contraloría y , paralelamente dado un informe interno del municipio, el concejal Mario Sabag también pidió al organismo contralor revisar los antecedentes del caso.
La obra fue adjudica a la constructora Ingetal por la suma de $4.014.821.132 con un plazo de ejecución de 540 días corridos a partir de 13 de marzo de 2014 por lo que el término de la obra quedo originalmente establecido para el 4 de setiembre de 2015, sin embargo hubo varias ampliaciones de plazo y la obra termino siendo recepcionada de manera parcial y finalmente en su totalidad en abril de 2016.
Esta semana la contraloría envió un documento donde ordena a la Municipalidad de San Carlos pagar lo adeudado y, de paso informa que instruye un procedimiento disciplinario que busca establecer responsabilidades administrativas, ya que no se respetaron los procedimientos establecidos para la construcción de dicha obra.
Si bien la edificación se recibió conforme y se han efectuado todas las modificaciones y reparaciones posteriores a la revisión dele edificio, lo que originalmente fue detectado por el mismo municipio a través de unidad de control interno, es que se habían alterado compromisos administrativos de la construcción, plazos, carta gantt y otras actuaciones indebidas.
En este contrato se detectaron ampliaciones de plazos indebidos por más de 150 días y el hecho de que no se haya denunciado a tiempo los incumplimientos, centra la eventual responsabilidad en el municipio, por ello no se ordenó al alcalde realizar un sumario, sino que es la contraloría la que investiga el caso ante eventuales responsabilidades directivas.
El modificar los plazos ha traído una serie de consecuencias, incluso con las propiedades particulares que mantiene arrendadas el municipio y cuya entrega no fue coordinada debidamente y hasta la hora, aun cuando no están ocupando, se siguen pagando arriendos como el caso de la propiedad donde funcionaba Senda y la oficina de la juventud en Brasil 645 que se encuentra prácticamente abandonada. Otra propiedad en similares condiciones es la de Balmaceda 441 , frente la Plaza donde funcionaba el Desamu.
Los propietarios de esas propiedades arrendadas mantienen sus arriendos y en algunos casos el municipio no ha hecho entrega ni tampoco se han efectuado las reparaciones y mantenimientos del caso para concluir los contratos, en una gestión que lleva más de un año, desde que el municipio esta funcionado en su nuevo edificio