Ñuble saca ventaja en el control biológico de plagas

Publicado: Lunes, 15 Mayo 2017 07:00 Escrito por José Luis Montes
INIA-Quilamapu está constantemente figurando en la agenda nacional de control biológico de plagas.

Hace unos días, con un seminario internacional de la acción de los nematodos, que son unos gusanos microscópicos, seguido de otro relacionado con el uso de hongos entomopatógenos en control de berries. Ambas formas son algunas de las variantes. Hay otras que son más visibles, como las crisopas, que son las más populares hoy, y una serie de miniavispas parasitadoras que se han convertido en un gran aliado de la agricultura.

El protagonismo de Chillán en este aspecto se debe a un trabajo prolongado en el tema que ha significado que en esta sede esté el principal Centro de Control Biológico, a cargo actualmente del investigador Andrés France, que además cuenta con Banco Internacional de Recursos Microbianos, que es uno de los pocos que existen en el continente.
En las últimas dos décadas al avance científico ha permitido aislar y resguardar hongos y nemátodos entomopatógenos, y otros enemigos naturales en forma de insectos, que tienen la particularidad de ser organismos vivos chilenos, que atacan plagas específicas sin perjudicar a otros insectos, por lo cual resultan muy apreciados en la producción orgánica.

Los productores se demoraron bastante en adoptar estas nuevas alternativas a los insecticidas tradicionales, ya que la acción de los biopesticidas es más difícil de visualizar y es aún una tecnología en desarrollo, en lo que respecta a las formas de aplicación. A la acción estatal se han sumado iniciativas privadas que han puesto esta herramienta al servicio de los agricultores.

La diseminación de esta tecnología ha significado que en los últimos años se haya ido creando una demanda creciente, gracias a los resultados de las experiencias positivas de los agricultores que los han incorporado y dada la reticencia cada vez mayor de los mercados de los países desarrollados a residuos de pesticidas en los alimentos.

El avance de la ciencia en este tema es importante, aunque el potencial de desarrollo aún es tremendo. Por ello lo que se busca en los centros de investigación es acercar a los productores del sector al uso de estas alternativas, en especial los hongos entomopatógenos, una línea de trabajo iniciada por INIA en el año 1996 en sus plantaciones de berries, donde está dando resultados un esfuerzo tecnológico que ha tomado décadas.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente

World News

نموذج الاتصال