Sancarlino lidera hallazgo para prevenir Alzhéimer

Publicado: Miércoles, 24 Mayo 2017 08:54 Escrito por Mario San Martin
Descubrimiento fue liderado por el sancarlino Víctor Bustos, quien trabaja hace 10 años en la Universidad Rockefeller, de Nueva York,

como discípulo del Premio Nobel Paul Greengard.

Pensaron que había un error, pero en realidad era uno de esos esquivos, pero trascendentales momentos Eureka, que pueden marcar un antes y después en la ciencia.
Ocurrió en 2011, cuando los investigadores del Centro Fisher para la Investigación en Alzheimer, de la Universidad Rockefeller (EE.UU.), observaron con estupor que en los ratones con alzhéimer intervenidos para que tuvieran menos placas beta-amiloide en su cerebro, había ocurrido exactamente lo contrario.

Los ratones habían acumulado 20 veces más de los pegajosos depósitos causantes de la devastadora demencia, que afecta a unos 29 millones de personas en el mundo.
"Pensamos que nos habíamos equivocado, así que tuvimos que repetir varias veces el experimento para comprobar que no era un error", recuerda Víctor Bustos Méndez (38), bioquímico chileno e investigador senior del Centro Fisher.

Estudiando la forma en que el beta-amiloide se acumula en el cerebro, lo que en realidad habían descubierto Bustos y su equipo es que la proteína presenilina 1 (PS1), que hace años se sabe que es la encargada de fabricar el beta-amiloide, también puede actuar destruyendo las placas de beta-amiloide. Y esto se puede gatillar induciendo en un sitio específico de la proteína una modificación química llamada fosforilación.
"Eso es lo novedoso de nuestro estudio: por primera vez observamos que en la proteína PS1 hay un equilibrio entre síntesis y destrucción del beta-amiloide, lo que abre un nuevo blanco terapéutico para combatir la enfermedad de alzhéimer", explica Bustos desde Nueva York.

Este estudio, que inició hace 10 años, fue publicado el lunes en dos papers en la revista PNAS, de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.
Pastilla preventiva

Víctor Bustos, que realizó su pregrado en la U. Católica, inició su trabajo en la U. Rockefeller en 2006 como estudiante de posdoctorado del doctor Paul Greengard, premio Nobel de Medicina en 2000. Greengard, quien hoy tiene 92 años, "trabaja de lunes a domingo buscando una cura para el alzhéimer, el párkinson y la depresión", detalla su discípulo.

Al teléfono, Greengard se muestra entusiasmado con "este enfoque alternativo que probaron mi colega Víctor Bustos y nuestro equipo".
Y detalla que "si tenemos éxito creando una droga que active la destrucción de las placas amiloide, tendríamos una forma fascinante de prevenir la enfermedad de alzhéimer". Los primeros indicios de la enfermedad, explica, se inician 25 a 30 años antes de la aparición de los primeros síntomas. Es ahí donde están enfocados hoy los esfuerzos para acabar con la enfermedad.
"Estamos hablando de la posibilidad de crear una pastilla que las personas puedan tomar para prevenir la enfermedad", dice Bustos. El fármaco actuaría activando la fosforilación de PS1. La búsqueda de la molécula que cumpla esa función ya se inició, detalla. "Ya buscamos en medio millón de moléculas y estamos haciendo ensayos en células y ratones transgénicos", adelanta.

Orígenes
"Víctor era un excelente investigador, con mucha pasión", describe el doctor Jorge Allende, quien fuera su orgulloso profesor de doctorado en la U. de Chile.
Esa pasión por la ciencia, dice Bustos, se remonta a su infancia, en San Carlos. Hijo de Juan, un taxista, y Rosalía, técnico en enfermería, Víctor se educó en la Escuela Básica N° 1 y el Liceo Politécnico A-4 de esta ciudad. A los 8 años, con su mejor amigo convirtieron un gallinero en laboratorio, donde experimentaban con lo que tenían a mano. "Yo tuve vocación de científico desde que tengo memoria. No recuerdo un momento en que no haya querido ser científico", confiesa.

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