Publicado: Lunes, 12 Junio 2017 07:02 Escrito por Jorge Chávez Fotografía: Victor Orellana
Un ambiente respirable poco saludable está registrando en los últimos años esta ciudad,
específicamente en las épocas de bajas temperaturas de otoño-invierno.
El crecimiento demográfico de la segunda ciudad más poblada de Ñuble, sumado al consumo masivo de leña húmeda o de mala calidad para la calefacción, han disparado los niveles de saturación por material particulado fino 2,5 (MP2,5), compuesto tóxico contenido en el humo emitido por las chimeneas domiciliarias en el proceso de combustión de la popular biomasa.
Pese a que en la comuna no existen medidores que confirmen el problema ambiental latente, los vecinos afirman que no es necesario contar con un instrumental como ese para darse cuenta lo deteriorado que está el aire entre los meses de abril y septiembre.
Problema en ascenso
Las condiciones favorables de viento que se registraron la noche del último jueves, no reflejaba lo ocurrido días antes, según deja entrever Hernán Vera, conductor de taxi.
Mientras espera clientes que se suban a su vehículo estacionado en una de las calles de la plaza, el taxista asegura que la ciudad cada año se está cargando más de las peligrosas emisiones.
“Si hubiera venido ayer, se habría dado cuenta la cantidad de humo que se veía en toda la ciudad. Aún así, siempre en el centro se ve menos contaminación que en las poblaciones de la periferia, por ejemplo”, comenta.
A juicio del vecino Mario Cisternas, antiguo y reconocido taxista de la comuna, durante los recorridos que hace todos los días ha notado sectores donde la necesidad por calefaccionarse se ha transformado en una amenaza para los mismos habitantes.
“Han crecido mucho las poblaciones y casi en todas las casas usan leña y el humo prácticamente los está ahogando. Pero lo que acá se debe tener en cuenta es que nada de esto ocurriría si es que la leña usada fuera seca; por eso la autoridad tiene la tarea de concientizar a los vecinos para que sean responsables cuando usen sus estufas”, comenta Mario Cisternas, y añade que en zonas más alejadas del centro la polución es más severa.
Preocupación
A poco menos de 10 minutos de la plaza de armas se encuentra la Población 11 de Septiembre.
Tal y como lo habían anticipado los vecinos del centro, en la mayoría de calles y pasajes del conjunto habitacional el ambiente respirable se torna altamente saturado, especialmente en la calle Lenga.