Publicado: Miércoles, 05 Julio 2017 07:08 Escrito por Mario San Martin
Pequeños emprendedores agrícolas de la comuna de San Nicolás fueron apoyados con financiamiento para emprendimiento sustentable,
todos usuarios INDAP.
En el Valle del Itata son 49 familias beneficiadas con proyectos de riego o sistemas de riego con paneles fotovoltaicos y más de 50 con otros proyectos como invernaderos, mejoramiento genético, maquinaria y habilitación comercial, constituyendo una nueva forma de enfrentar la economía para la agricultura familiar campesina.
Así lo señaló en una gira técnica por la comuna de San Nicolás la coordinadora del Programa Zona de Rezago, Oriana Burgos, quien comentó que “no solo es el aporte que Gobierno de Chile hace a través de INDAP para la Zonas de Rezago del Valle del Itata, donde tenemos 9 comunas de Ñuble: Cobquecura, Quirihue, San Nicolás, Ninhue, Ránquil, Coelemu, Quillón y Portezuelo, sino que además es el cambio positivo en la actitud de vida de las personas beneficiadas”.
Así lo ha entendido Ernesto Acuña que cuenta con un invernadero donde la energía eléctrica que generan los paneles instalados en esta parcela permiten optimizar la extracción de agua de pozos de poca profundidad, lo cual se traduce en que la producción de hortalizas se triplicó.
Por su parte, José Maximino Hernández del sector Alto Lajuela, posee paneles fotovoltaicos que le permiten generar la energía eléctrica necesaria que facilita el riego para cultivar hortalizas en invernadero “israelí” de gran superficie y cuya característica principal es que su techumbre es de dos capas. Para este agricultor, ha sido un gran aporte esta nueva forma de generación de energía, “Este panel me lo instalaron en enero de 2017 y me lo conectaron al mes siguiente, pagué menos de un 70% del costo de la electricidad que requería para las bombas del pozo. Cuando aumentó la producción y finalizó en mayo la temporada, pagué tan solo 11 mil pesos de luz, por lo tanto estoy muy contento, ya que sin el panel llegué a pagar más de 100 mil pesos de luz”.
Para Juana Venegas, los 5 millones de pesos que se adjudicó le permitieron construir una “Sala de Procesos” que tardó cinco meses en concretarse y que significa para ella “un motor de vida, un sueño que me permite seguir creciendo”. Señala que estos fondos entregados significan el poder dar trabajo a sus vecinos que por ejemplo recolectan frutos silvestres, ya que en allí se fabricarán mermeladas. Instalará una cocina a leña y eso le permitirá obtener el sabor tradicional de las mermeladas que hacía su abuela, con ese sabor especial de la cocción con astillas.
La gira técnica se realizó con futuros beneficiarios de este tipo de proyectos en Valle del Itata. Oriana Burgos, Coordinadora de Zona de Rezago, explicó que estos proyectos priorizados en el valle dan cuenta de un ejemplo para la agricultura familiar campesina de Ñuble y marcan la pauta de hacia dónde se dirige el desarrollo económico de la zona.