Diez años y un día recibió Franco Sepúlveda Ramírez autor del crimen de un indigente apodado "El Tola" ocurrido el año 2015 en el sector El Torreón,
aquí en San Carlos
Desde este lunes, en la cárcel de Chillán se encuentra cumpliendo condena, Franco Sepúlveda Ramírez (23) quien recibió una pena 10 años y un día de presidio efectivo por su autoría en el crimen de Luis Astudillo, apodado "el Tola".
La audiencia final llevada a cabo en la segunda sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Chillán fue la segunda oportunidad que tuvo la Defensoría Penal Pública de validar su teoría, ya que en un primer juicio, que se llevó a cabo en agosto de este año, otros tres jueces del mismo Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal dictaron la misma condena; sin embargo, ante la Corte de Apelaciones pudieron anular el juicio.
La audiencia final llevada a cabo en la segunda sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Chillán fue la segunda oportunidad que tuvo la Defensoría Penal Pública de validar su teoría, ya que en un primer juicio, que se llevó a cabo en agosto de este año, otros tres jueces del mismo Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal dictaron la misma condena; sin embargo, ante la Corte de Apelaciones pudieron anular el juicio.
La postura de la defensa era que el acusado era responsable de lesiones graves, o incluso un cuasi delito de homicidio de Luis Astudillo, apodado 'El Tola', la madrugada del 7 de junio de 2015.
Los jueces acogieron la agravante de ignominia que tuvo el crimen. Según determinaron, 'El Tola' se reunió en un sitio eriazo con un sujeto identificado como Leonardo Gajardo y también Franco Sepúlveda, siendo este último quien desde que lo vio, cuando habían más personas compartiendo alcohol, le propinó un golpe de puño "porque no le ofreció trago", según declararon testigos.
Pese a esto, siguieron juntos y luego se trasladaron hacia una garita, donde continuaron bebiendo hasta que, según indicó el fiscal Rolando Canahuate, "nuevamente el acusado procede a agredir a la víctima, principalmente con golpes de puño, lo que lleva a que la víctima huya hacia un potrero cercano, donde está un huerto de arándanos".
En el lugar, derribó a Astudillo, a quien siguió hiriendo, para luego quitarle casi toda su ropa con un cortaplumas, abandonándolo a su suerte, en el mismo lugar donde encontró la muerte.