Si bien hubo una rápida respuesta y el abastecimiento de agua no fue problema en el "incendio simulado",
la falta de personal a la hora de registrarse la "emergencia" , fue uno de los factores que preocupó a la oficialidad y es ahora tarea a superar ante un eventual siniestro en horas en que parte del personal realiza trámites y funciones en tribunales y otras reparticiones públicas.
Este miércoles a las 11 horas se dio la alarma de incendio desde la cárcel local, ejercicio que fue desarrollado por el personal de la unidad y los más de 100 internos, con el apoyo de los organismos de emergencia local.
Mientas el apoyo externo demoró 4 minutos desde que se dio la alarma hasta que estuvo operativo en el "siniestro", el último interno en llegar a la zona de seguridad solo demoró 1, 30 m. Desalojo que se vio facilitado a esa hora, ya que la mayoría de los internos se encontraba en los talleres y en escuela carcelaria.
Esta vez la escuela carcelaria, profesores y alumnos, desarrolló bien su plan de seguridad y pudo reaccionar en breve tiempo ante este "incendio " que afectaba a la unidad local de gendarmería.
Uno de los avances que en materia de emergencias ha logrado la unidad, es mantener una brigada contra incendios, la cual recientemente dispone de dependencias, materiales y una red de agua con capacidad de 50000 litros, lo que permite tener una primera reacción interna.
La natural preocupación que se registra en la comunidad con la alarma de Bomberos y el desplazamiento de los vehículos relacionados con la emergencia por las principales calles de la ciudad, se justifica plenamente si consideramos que edificio de madera construido con capacidad inicial de 40 internos, hoy tiene más de 58 años desde que fue edificado y al cual solo se han hecho mejoras, constituye un peligro para la vida de los internos y del personal de Gendarmería que allí trabaja.