A través del desarrollo de un nuevo biopesticida a base de bacterias, expertos de la Universidad San Sebastián y de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, buscan generar un producto que controle el tizón de la papa, una enfermedad causada por un pseudo hongo que afecta hojas, tallos y tubérculos.
“Es un proyecto de colaboración que tenemos en conjunto con la académica de la Facultad de Medicina de la U. San Sebastián, Dra. Erica Castro, quien es la directora principal de la investigación, en el que buscamos bacterias del género lactobacillus con propiedades antifúngicas para el control del pseudo hongo Phytophthora infestans, que es el agente causal del tizón tardío de la papa”, explicó el académico del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Dr. Ernesto Moya, quien es el director alterno del proyecto.
El trabajo colaborativo que comenzó en enero de este año, se extenderá hasta diciembre del próximo año y se ha dividido en dos líneas investigativas. “La Universidad San Sebastián ha ido aislando los lactobacillus desde cultivos de papas de la Provincia de Arauco y está validando algunas capacidades antimicrobiales que estas tienen, de ahí viene una primera selección y luego pasan al laboratorio de nuestra Facultad de Agronomía, donde nosotros validamos la capacidad de esas bacterias para contrarrestar distintos fitopatógenos que afectan a la papa”, explicó el Dr. Moya.
Por su parte la Dra. Erica Castro, manifestó que, “buscamos identificar aquellas cepas con mejores propiedades para tecnológicamente elaborar un producto amigable, que pueda ser aplicable en las plantaciones”.
El desarrollo de un biocontrolador probiótico para el manejo del tizón tardío de la papa, es de suma importancia ya que este tipo de enfermedad es una de las más serias en el cultivo de la papa en el mundo y que origina pérdidas económicas avaluadas en US$2,75 mil millones anuales.
En una segunda etapa del proyecto se realizarán ensayos de campo con las primeras bacterias que se vean con mayor potencial de control y a su vez, “se contempla la adquisición de una estación agro meteorológica para poder hacer un seguimiento de las condiciones climáticas y lograr modelar el comportamiento de la enfermedad. Así se busca definir cuáles son los mejores momentos de aplicación que se tienen que realizar para el control de la enfermedad”, indicó el académico de la Facultad de Agronomía, quien destacó el valor de este proyecto que se adjudicó $200 millones del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef), en su primer concurso IDeA en dos etapas en la línea inocuidad y calidad alimentaria.
“Este trabajo va a permitir por una parte validar estas bacterias biocontroladoras en el manejo de la enfermedad y por otra parte nos va a permitir interactuar con pequeños productores de la Provincia de Arauco, permitiéndonos ver las problemáticas que allí tienen. Hemos detectado que allí no solo afecta el tizón tardío, sino que nos hemos encontrado con bastante daño asociado a otras enfermedades causados por hongos como Rhizoctonia, Alternaria, Sclerotinia, o Botrytis que son también agentes causantes de las pérdidas económicas que sufren los productores de este sector, por lo tanto en este proyecto hemos ampliado nuestro núcleo de evaluación y vamos a empezar análisis para controlar estos fitopatógenos”, manifestó el Dr. Ernesto Moya.
Por último es importante señalar que este proyecto tendrá la oportunidad de hacer un proceso de extensión tecnológica para mejorar los procesos productivos en el manejo de enfermedades orientado a los pequeños productores.